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Muchas metrópolis de Europa y de otras partes del mundo están dándole la espalda al diésel, como ya han hecho París y Darmstadt. La capital francesa ha instalado estaciones de carga eléctrica y un sistema de gestión de la energía. Por su parte, la ciudad del Land de Hesse, en Alemania, ha electrificado toda su flota de autobuses. 


El mundo está dándole la espalda al diésel y apuesta por la movilidad sostenible, y las grandes metrópolis son las que van marcando el camino. Según un informe de Bloomberg New Energy Finance, en el año 2025 serán eléctricos cerca de 1,2 millones de autobuses en distintas ciudades del planeta, es decir, casi la mitad de los autobuses municipales. 

La ciudad de Ámsterdam ya ha electrificado todos los autobuses que circulan alrededor del aeropuerto de Schiphol y tiene prevista la electrificación del 90% de la flota del área urbana para el año 2021. 

En Los Ángeles, todos los autobuses funcionan con gas natural, que emite menos partículas finas y gases de efecto invernadero que el diésel, pero esta ciudad va a electrificar toda su flota de autobuses antes del año 2030. En Marruecos, la ciudad de Marrakech también va más allá: una treintena de autobuses urbanos eléctricos, en funcionamiento desde 2019, se abastecen mediante una estación de producción de energía solar situada a la entrada de la ciudad. 

En definitiva, son muchas las ciudades que desarrollan soluciones a medida para favorecer la movilidad eléctrica, y París no se queda atrás. La capital francesa ya ha iniciado el proceso de sustitución de los vehículos diésel electrificando las tres primeras líneas de autobús. La región de Isla de Francia, que es la que gestiona los transportes, ha dado un paso de gigante con el plan Bus 2025, que prevé que, para el año 2025, se hayan sustituido los 4.500 autobuses diésel de la región por un parque compuesto en un 30% por vehículos que funcionen con gas natural, como en Los Ángeles, y en un 70%, por autobuses eléctricos. 

«Se ha implantado un sistema de supervisión que permitirá al operador de transportes RATP visualizar en tiempo real los niveles de energía y, de este modo, gestionar el consumo con precisión». 

Según Valérie Pécresse, presidenta de la región y del sindicato de transportes Ile-de-France Mobilités, este plan, que es a la vez “un reto de salud pública y un importante reto industrial”, se manifiesta en un primer proyecto de envergadura: la electrificación total de un primer centro de autobuses RATP, el de Paris-Est, proyecto otorgado tras un concurso público a SDEL Transport en Commun (VINCI Energies). El centro, situado en la calle Lagny, en París, se encarga actualmente de la explotación y el mantenimiento de 184 autobuses diésel. 

Tras dos fases de obras de 15 meses, se pusieron en funcionamiento 192 puntos de carga de autobuses en septiembre de 2019 y en septiembre de 2020. 

 

Baterías cargadas por la mañana 

Se trataba de “modernizar toda la infraestructura”, precisa David Benloulou, gerente de SDEL Transport en Commun: las subestaciones de suministro de alta tensión, los transformadores y toda la distribución hacia los puntos de carga. Para la alimentación no se utilizan cables clásicos, sino unos 1.000 m de fundas de barra. 

Este dispositivo rígido —barras de cobre encerradas en un estuche de aluminio— impone juegos de escasos milímetros entre los diferentes elementos y ha propiciado una gran precisión en el diseño y en la implementación, con el uso de bibliotecas de planos y de estudios en tableta accesibles desde la obra. 

Se ha implantado un sistema de supervisión, que permitirá al operador de transportes RATP visualizar en tiempo real los niveles de energía y, de este modo, gestionar el consumo con precisión”, añade David Benloulou. Y es que es fundamental optimizar los tiempos de carga para poder surtir de forma prioritaria a los autobuses, según una planificación muy precisa, de modo que todos estén operativos cada mañana. 

 

Planificación de las necesidades energéticas 

A unos 600 km de París, en Darmstadt, la cuarta ciudad del Land de Hesse (Alemania), VINCI Energies ha afrontado este mismo reto ligado a las limitaciones específicas de los sistemas de transporte público eléctrico. 

Tras un concurso público convocado en febrero del 2020 por HEAG mobilo, el operador de transporte público de la ciudad, para electrificar toda su flota de autobuses, se seleccionaron tres empresas de VINCI Energies: Ing3E (consultoría técnica), Omexom Frankenluk (sistema de suministro eléctrico) y Actemium BEA (sistema de carga). 

“Los autobuses públicos siguen itinerarios determinados, lo que permite planificar los recorridos y las necesidades de energía. Por ello, además de la nueva infraestructura eléctrica que hemos instalado, HEAG mobilo ha convocado un concurso independiente (en curso) para crear un sistema de gestión de la cochera. Se trata de un software conectado a la infraestructura de carga y destinado a gestionar y planificar de forma óptima las necesidades de energía de los autobuses evitando grandes picos de consumo”, explica Riccardo D’Agostino, responsable de proyecto e ingeniero jefe en Ing3E, que ha supervisado las obras iniciales para las diferentes empresas de VINCI Energies, cuyas fases de planificación y supervisión de la construcción finalizaron en abril del 2021. 

«A las modificaciones que pidió HEAG, se añadieron las restricciones necesarias para no bloquear varios carriles de bus a la vez, así como obras adicionales motivadas por las exigencias de la autoridad medioambiental de Darmstadt». 

Omexom Frankenluk se ha encargado de la construcción de todo el sistema de suministro eléctrico para la infraestructura de carga. Este está formado por una estación para la conexión eléctrica de media tensión (20 kV) y dos estaciones de transformación, cada una de las cuales consta de una sala de media tensión, dos salas de transformadores y una sala de baja tensión con todo el equipo necesario para la distribución de energía a los puntos de carga. 

Por su parte, Actemium BEA ha instalado el sistema de carga, compuesto por 28 cargadores de 150 kW y por 36 tomas de corriente de 150 kW en el interior de la cochera. La empresa también se ha encargado de la construcción de todas las infraestructuras necesarias entre los cargadores exteriores y los puntos de carga (cables de corriente alterna y corriente continua, y bandejas de cables en el exterior y en la cochera). 

 

Unas obras con muchos imprevistos 

Las dos empresas de VINCI Energies han tenido que lidiar con numerosos contratiempos. “El Ayuntamiento nos dio únicamente un plazo de seis horas, en un fin de semana, para instalar los puntos de suministro de una estación en el exterior de la cochera, situada cerca de una arteria principal de la ciudad. La entrega de los dos bloques de la estación, el montaje de la grúa de 120 toneladas y la colocación de la estación se llevaron a cabo durante ese corto espacio de tiempo”, cuenta Klaus Kürzdörfer, responsable de gestión de proyectos en Omexom Frankenluk. 

Para la segunda estación se utilizó una grúa de 200 toneladas. Se tuvo que transportar por una pista forestal de unos 100 m que bordeaba una reserva natural. Hubo que preparar la pista con grava ecológica destinada a vehículos especiales y, una vez terminadas las obras de construcción, la pista tenía que recuperar su estado original. Además, la instalación se retrasó tres meses para no perturbar la estación de reproducción de las aves. 

 Para Actemium, este proyecto tampoco ha sido siempre un camino de rosas. “A las modificaciones que pidió HEAG mobilo en la infraestructura de carga (cantidad y ubicación de tomas y cargadores), se añadieron las severas restricciones que imponía el cliente para la instalación de bandejas de cables, con el fin de no bloquear varios carriles de bus a la vez, así como obras adicionales motivadas por las exigencias de la autoridad medioambiental de Darmstadt (prohibición de talar árboles, protección de las raíces subterráneas…)”, destaca Henri Bahr, responsable de proyectos en Actemium BEA. 

10/07/2019