¿Hidrógeno verde producido por energía eólica offshore?
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Los parques eólicos offshore son objeto de numerosos proyectos experimentales destinados a explotar su potencial para producir electricidad gracias al hidrógeno. Un nuevo mercado en el que los países del norte de Europa llevan claramente la iniciativa.
Están empezando a surgir nuevos proyectos de hidrógeno verde offshore, principalmente en Europa, donde podrían producirse 300 TWh de hidrógeno de aquí a 2050 gracias a la electricidad generada por los parques eólicos offshore del mar del Norte, según el estudio “Specification of a European Offshore Hydrogen Backbone”, publicado por DNV, empresa de servicios de gestión de la calidad y los riesgos. Con esta cantidad se cubriría una parte importante de la producción de hidrógeno en Europa.
En 2023, la capacidad eólica offshore instalada era de 34 GW en Europa, de los cuales 1,5 GW en Francia, y de 75 GW en todo el mundo, con una previsión, según el sector, de 234 GW instalados en 2030 y de 300 GW en 2050, de acuerdo con el Global Wind Energy Council, asociación que representa a la industria mundial de energía eólica.
¿Cómo se explica el desarrollo de proyectos de hidrógeno asociados a la energía eólica offshore ? “Está relacionado con el hecho de que algunos países como Dinamarca producirán un excedente de electricidad renovable, mientras que otros, como Gran Bretaña, dispondrán cada vez de más recursos de ingeniería debido al descenso de la actividad de sus yacimientos de petróleo y gas”, responde Arnaud Lemant, gerente de negocios de Actemium Oil & Gas & Renewables.
“El principal motor de estos proyectos es la oportunidad de producir y consumir en la zona electricidad generada a partir de hidrógeno, en condiciones económicas favorables en comparación con las importaciones procedentes de fuera de Europa”, añade el experto.
No obstante, todavía quedan numerosos problemas técnicos que solucionar. Por ejemplo, las tecnologías de electrólisis más extendidas (Anion Exchange Membrane – AEM) para producir hidrógeno requieren una agua de gran pureza, por lo que son poco compatibles con el agua de mar. Además, teniendo en cuenta que el almacenamiento de hidrógeno ya es muy costoso, plantearse almacenarlo en el fondo del mar puede generar costes adicionales.
Proyectos experimentales
Los múltiples proyectos en desarrollo tienen precisamente como objetivo experimentar las mejores soluciones, dadas las limitaciones específicas del offshore. Uno de ellos es Deep Purple™, un consorcio para un proyecto piloto destinado a diseñar, construir y probar un piloto físico y terrestre en la sede noruega de TechnipFMC, en Kongsberg, al sur de Noruega.
“Los proyectos en curso suelen recurrir a prototipos. Es interesante participar en estos proyectos porque todavía son experimentales”
Consiste en utilizar excedentes de energía eólica offshore para producir hidrógeno, con la particularidad de enviar el hidrógeno al fondo marino para almacenarlo bajo presión. Durante los periodos en los que la energía eólica no pueda satisfacer la demanda, las pilas de combustible convertirán el hidrógeno almacenado en electricidad, suministrada al consumidor mediante el mismo cable. Este sistema debe ofrecer un suministro estable fuera de la red, como las instalaciones offshore y las islas remotas.
En el marco del proyecto Deep Purple, la empresa Actemium Sarpsborg se encarga de toda la parte eléctrica, la instrumentación y el cableado del piloto que se está desarrollando en tierra en la sede de TechnipFMC.
Otro proyecto es el coordinado por el productor y proveedor de hidrógeno verde francés Lhyfe: HOPE (Hydrogen Offshore Production for Europe) busca desarrollar, construir y explotar de aquí a 2026 la primera unidad de producción de 10 MW en el mar del Norte, a 1 km mar adentro del puerto de Ostende, en Bélgica. Su objetivo es demostrar la viabilidad técnica y financiera de este proyecto offshore y del transporte del hidrógeno producido a través de una tubería corta para abastecer a clientes onshore del sector industrial y de los transportes. Principales innovaciones de este demostrador: el primer electrolizador PEM (Membrane Echangeuse de Protons) de 10 MW en ser instalado en el mar con un sistema de tratamiento de agua marina, y una tubería submarina flexible de compuesto termoplástico.
Otro de los proyectos emblemáticos es AquaDuctus, en el mar del Norte, frente a las costas de Alemania. Este hidroducto offshore de más de 400 km podría contribuir a hacer realidad la futura “columna vertebral del hidrógeno” de Europa. A partir de 2030, AquaDuctus se conectará al parque eólico de hidrógeno SEN-1, antes de conectarse finalmente a otros parques eólicos más alejados para transportar hasta 1 millón de toneladas de hidrógeno al año.
Costes a la baja
“Si bien actualmente la producción de hidrógeno en tierra sigue siendo la solución más sencilla, la producción a nivel de los propios aerogeneradores para el repostaje in situ de los barcos de hidrógeno, por ejemplo, o en estaciones offshore más próximas a tierra para producir grandes volúmenes a un coste menor en términos de transporte sigue estando sujeta a numerosas incógnitas”, señala Arnaud Lemant.
En cuanto a la vertiente eléctrica, área de especialización de Actemium, “los elementos ligados a la química (pureza del agua…) y a los procesos (materiales en condiciones salinas, compresores de pequeño tamaño…) todavía se han probado poco en el mar. En muchos casos se trata de prototipos. Por eso resulta interesante participar en estos proyectos, aunque todavía sean experimentales”.
Otra cuestión pendiente es la del coste. Un reciente artículo de investigación, “Techno-economic assessment of offshore wind-to-hydrogen scenarios: A UK case sud”, muestra que en 2030 el precio del hidrógeno verde offshore podría ser económicamente interesante.
“En la producción de hidrógeno, lo más caro es la electricidad, que representa alrededor de un tercio del coste total”, explica Arnaud Lemant. “Pero cuando se produce más electricidad de origen renovable de la que se necesita, su precio baja, por lo que entonces vale la pena usarla para producir hidrógeno. En este caso, el estudio estima que en 2025 el precio de un kilo de hidrógeno verde sería de 5 euros frente a los 10 actuales, y solo de 2 € para el hidrógeno producido con energía fósil. En 2030, este precio oscilará entre los 3 y los 4 €”.
Las perspectivas son, pues, bastante alentadoras. Por su parte, está claro que el norte de Europa ha decidido organizarse hoy para producir hidrógeno mañana, principalmente para usos industriales.
15/07/2025