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Fibra, wifi, LoRa, 4G y, en un futuro próximo, 5G: ¿cuál es la mejor red para una ciudad inteligente eficiente y eficaz? La mejor respuesta es una combinación de redes que converjan hacia una plataforma de datos compartidos, basada en la infraestructura existente de la ciudad y que apueste por los estándares abiertos.

Fibra, 5G, Wifi, Blue Tooth, LoRa, Sigfox… ¿Cuál es la red ideal para conectar los múltiples objetos comunicantes de la ciudad inteligente o smart city? A decir de los expertos, ninguna, o mejor dicho, todas. Stéphan Guidarini, jefe de empresa de Axians (VINCI Energies), opina: « no hay una solución única y universal que permita conectar autobuses, coches, alumbrado urbano y redes de aguas y de energía que incorporen sensores »..

Y añade: « La mejor solución para un municipio es una combinación de tecnología móvil, fibra, wifi y LoRa. Cada tecnología responde a una necesidad concreta, en el plano de la cobertura, de la fiabilidad y de la eficacia ». En función de si se quiere dar prioridad al alcance, el coste, el consumo de energía, el ancho de banda o la latencia —el tiempo que tardan los datos en transferirse—, se optará por una tecnología o por otra.

Cámara analítica e inteligente

Si lo que se necesita es velocidad, una red de fibra óptica ya instalada en un municipio puede utilizarse para llegar hasta diferentes puntos. Por ejemplo, puede servir para instalar cámaras analíticas, que a veces pueden resultar más interesantes que un sistema de sensores. En Lisboa, Axians ha desplegado una solución de aparcamiento inteligente basada en esta tecnología que asocia la captación de imágenes y el análisis de imágenes de vídeo, no solo para transmitir datos sobre la ocupación de las plazas, sino también para detectar comportamientos no adaptados o casos en que no se respeta el sentido de la circulación.

« El núcleo del sistema de información de la ciudad inteligente es la base de datos mutualizada que almacena y permite correlacionar los datos que se transmiten a través de las redes. »

El análisis del tráfico de la Place de la Nation de París es otro ejemplo de uso de la cámara inteligente que demuestra cómo sabe reconocer, dentro de un flujo urbano, peatones, vehículos e incluso comportamientos anómalos de vehículos que permiten detectar un accidente. « La cámara analítica es más precisa, y su implementación más sencilla. Es de esperar que tenga un amplio desarrollo en la ciudad inteligente », augura Stéphan Guidarini. Especialmente porque hoy en día, tratando los datos de forma local con « edge computing », se puede no transmitir datos que permitirían identificar a personas o vehículos.

Ciudad conectada 5G

Para que puedan circular archivos tan pesados, se requiere mucha velocidad, y a veces el wifi no es suficiente. No obstante, si las autoridades municipales han decidido ofrecer a los habitantes ese servicio de conexión inalámbrica a Internet, también se puede utilizar esa red para las interacciones con el ciudadano. Para ello, se le puede proponer la instalación de una aplicación específica. A partir de esa oferta de wifi, se pueden, por ejemplo, contabilizar flujos de peatones para estudiar los desplazamientos que se realizan en la ciudad, como se ha hecho en Aix-en-Provence.

Para los usos que dependen de sensores y que implican la transmisión de pocos datos, las redes con una menor velocidad y con un bajo consumo de energía, como LoRa y Sigfox, son las más indicadas. En Aix-en-Provence, sensores que permiten medir la calidad del aire o el nivel de llenado de los contenedores de basura envían sus datos cada hora a través de la red LoRa de la ciudad. Esta red bidireccional permite también enviar instrucciones hacia el objeto comunicante para controlar, por ejemplo, el riego inteligente de los jardines de la ciudad. LoRa es una tecnología que se basa en protocolos abiertos, lo que permite al municipio hacer que su escenario de smart city evolucione con el tiempo, garantizando que las inversiones realizadas tengan una continuidad. Apostar por la utilización de protocolos abiertos es necesario porque la interoperabilidad es clave en la eficiencia de la ciudad inteligente.

La tecnología 5G tiene un futuro radiante en la ciudad inteligente, pero eso no significa que se vaya a acabar con las demás redes. Al tener un coste más elevado, se destinará a usos que requieran al mismo tiempo velocidad y rendimiento. Por ejemplo, en el ámbito de la gestión de la movilidad, se puede usar para los vehículos conectados, explica el gerente de Axians.

Más allá de las características técnicas, en el despliegue de la infraestructura de comunicación de la ciudad es importante considerar otros criterios. Por un lado, hay que « partir de lo que ya existe ». En las ciudades ya hay desplegadas redes de comunicación que pueden reutilizarse en esa construcción. Por otro lado, « para controlar los costes a largo plazo y garantizar que la administración de los datos sea independiente de los grupos de interés que gravitan en torno al territorio, es preferible que la ciudad tenga la propiedad de sus redes de comunicación », indica Edouard Henry-Biabaud, Business Development Manager en Axians.

Las redes de comunicación constituyen el primer bloque de los tres que conforman la base tecnológica de la ciudad. « El segundo bloque es la base de datos mutualizada que almacenará y permitirá correlacionar el conjunto de los datos de la ciudad que se transmiten a través de las redes. Esta centralización de los datos es esencial en un planteamiento de ciudad inteligente, ya que permite aumentar el valor añadido que aporta el tercer bloque. Ese tercer bloque está formado por las aplicaciones especializadas que constituyen el soporte de los nuevos usos para los ciudadanos o los servicios de gestión de la ciudad y que serán más pertinentes en la medida en que combinen datos de múltiples orígenes que permitan presentar una visión más aproximada del funcionamiento real de la ciudad », subraya Edouard Henry-Biabaud.

10/07/2019