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El transporte por camión emprende su revolución eléctrica con un gran reto por delante: crear infraestructuras capaces de satisfacer sus necesidades energéticas. Las iniciativas son cada vez más numerosas, tal como demuestran algunos ejemplos de Reino Unido, Noruega y Francia.

A medida que el mundo avanza hacia un futuro con bajas emisiones de carbono, la electrificación del transporte pesado (camiones, autobuses, trenes y barcos) se presenta como uno de los grandes retos —pero también una de las grandes oportunidades— de la transición energética. Mientras que los vehículos eléctricos de uso privado se han generalizado rápidamente, la descarbonización del transporte de mercancías y de los transportes públicos sigue siendo todo un desafío.

Uno de los principales obstáculos identificados es la infraestructura de recarga: un camión eléctrico generalmente necesita entre 250 y 600 kWh (pudiendo alcanzar los 728 kWh en algunos casos) para una carga completa, frente a los 50-100 kWh de un coche. Las actuales redes de recarga aún no están diseñadas para gestionar demandas de capacidad tan elevadas.

Por este motivo, las soluciones integradas, que combinan energías renovables, almacenamiento en baterías y sistemas de recarga inteligentes, son esenciales en el proceso de electrificación para poder dar respuesta a las necesidades de capacidad y mejorar la disponibilidad de redes eléctricas locales.

Reino Unido: el programa Electric Freightway

Es precisamente esta transformación la que Reino Unido pretende llevar a cabo a gran escala gracias al programa Innovate UK, dotado de 200 millones de libras esterlinas. Este programa, que cuenta con el respaldo del Gobierno británico, reúne a más de 400 empresas en torno a proyectos concretos y se articula alrededor de tres ejes clave: el despliegue de vehículos pesados con cero emisiones, la implementación de una red de infraestructuras de recarga y la recopilación de datos operativos. El anuncio reciente de 54 nuevas plataformas de infraestructuras, repartidas estratégicamente por el territorio, marca un punto de inflexión definitivo.

Entre los proyectos insignia de este programa destaca el Electric Freightway, un consorcio industrial que aspira a crear la red de carga para vehículos pesados eléctricos más extensa y avanzada del mundo. Con un presupuesto de 100 millones de libras esterlinas, de los cuales 62,7 millones de financiación pública, el proyecto prevé la instalación de unos 200 terminales de recarga ultrapotentes (350 kW) en autopistas y almacenes comerciales del país.

“En el ámbito de las infraestructuras de recarga, Actemium es un actor destacado desde el 2010”

Más de 140 camiones eléctricos se incorporarán a las flotas de transporte para probar la eficacia de esta red a gran escala. Todo el sistema público de recarga se basará en energía 100% cero emisiones netas, lo que garantizará una cadena logística totalmente descarbonizada.

Actemium, la marca Industria de VINCI Energies, con más de quince años de experiencia en el diseño y la construcción de infraestructuras de recarga en Reino Unido, es uno de los socios industriales del proyecto Electric Freightway.

“En el ámbito de las infraestructuras de recarga, que contribuyen a la revolución de los vehículos eléctricos en Reino Unido, Actemium es un actor destacado desde el 2010. Actualmente estamos aportando nuestra experiencia al sector del transporte pesado, con soluciones capaces de gestionar la complejidad energética y logística de estas nuevas flotas”, explica Malcolm Hughes, responsable de Desarrollo de la Movilidad en Actemium EV Mobility.

La empresa apuesta por un enfoque global: “Trabajamos con soluciones energéticas integradas que combinan recarga inteligente, energías renovables y almacenamiento en baterías para garantizar un suministro sostenible y duradero, incluso en horas de gran demanda”.

Esta visión es central para el proyecto Electric Freightway, que también prevé puntos de carga compartidos entre varias flotas, así como soluciones de recarga oportunista en los grandes ejes viarios. “La innovación es esencial para hacer frente a los retos de capacidad, autonomía y disponibilidad de la red. Los cargadores de megavatios, actualmente en desarrollo, transformarán el panorama logístico”, afirma Malcolm Hughes.

Al centralizar la recopilación de datos durante cinco años, el proyecto Electric Freightway pretende proporcionar una base sólida para la elaboración de futuras políticas públicas.

Por tanto, las subvenciones y los incentivos gubernamentales, junto con la creciente disponibilidad de infraestructuras eléctricas en la red, son decisivos para impulsar un cambio a mayor escala.

Noruega: una infraestructura diseñada para la logística pesada

En Noruega, la innovación también está presente en la electrificación de los vehículos pesados. Aunque el país tiene como objetivo la descarbonización completa del transporte por carretera en 2030, en 2024 solo el 2% del parque noruego de camiones era eléctrico, a pesar del fuerte aumento de las ventas (el 12,6% de los nuevos camiones vendidos ese año fueron vehículos de cero emisiones).

Para respaldar esta transición, son necesarias soluciones de recarga innovadoras, y es precisamente ahí donde entra en juego Omexom en Noruega. La empresa Omexom Samferdsel Sør instala desde 2025 terminales de recarga elevados en los almacenes logísticos. Estos equipos están diseñados para responder a las exigencias específicas del transporte de mercancías: espacio reducido, seguridad en las maniobras y eficiencia operativa.

Con nuestra solución de terminales elevados, podemos recargar los camiones durante la descarga de las mercancías”

“Uno de los principales retos de la recarga de los vehículos pesados en los almacenes son las limitaciones de espacio y de seguridad”, explica Geir Aabel, Manager E‑Mobility en Omexom Samferdsel Sør. “Con nuestra solución de terminales elevados, liberamos el espacio en el suelo, evitamos colisiones y podemos recargar los camiones durante la descarga de mercancías”.

Esta es precisamente la tecnología que ha elegido ASKO, el principal mayorista de alimentación de Noruega, para electrificar completamente su flota de aquí a 2026. En colaboración con Omexom y dos socios más (Saferoad y Kempower), la empresa ha implementado un sistema modular de recarga en almacén, directamente por encima de los muelles de carga. “Para ASKO, la compacidad de la instalación era fundamental. Los muelles son zonas con mucha actividad. Los terminales elevados permiten a los camiones maniobrar libremente, sin ningún obstáculo en el suelo”, puntualiza Geir Aabel.

Las ventajas de este enfoque son múltiples: mayor seguridad durante las maniobras de marcha atrás, recarga simultánea a la descarga de mercancías, con lo que se reduce el tiempo de inmovilización, escalabilidad gracias a una estructura modular adaptable a distintos tipos de almacenes, y durabilidad, con equipos mejor protegidos contra colisiones y contra las inclemencias meteorológicas.

“Omexom ofrece una solución llave en mano, que abarca desde el diseño y la ingeniería hasta la instalación, pasando por la gestión del proyecto, la explotación y el mantenimiento. En un momento en que la transición energética se acelera, soluciones como las de Omexom no solo permiten reducir la huella de carbono del transporte, sino también mantener la fluidez logística en un sector donde cada minuto cuenta”, concluye Geir Aabel.

Iniciativas estructurantes como las de Actemium EV Mobility en Gran Bretaña y Omexom en Noruega demuestran que es posible una logística pesada limpia y eficiente. La electrificación del transporte pesado ha dejado de ser un objetivo lejano para convertirse en una realidad industrial. Esta nueva frontera de la movilidad sostenible no es solo tecnológica, sino también colaborativa, sistémica y profundamente estratégica para un futuro neutro en carbono.

14/11/2025