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Aldia, líder en la producción de mermeladas y frutas confitadas en Bélgica, ha automatizado y digitalizado procesos industriales que no habían cambiado en 30 años. La marca de VINCI Energies especializada en industria realizó esta transformación a medida en plena crisis de la COVID.

“Esta nueva planta era una primicia para Aldia, que recurrió a nosotros para la parte técnica, pero también para cuestiones de gestión de proyecto. Se trataba de revisar completamente instalaciones y procesos que no habían cambiado desde hacía 30 años, un reto que consistía en aligerar la carga de trabajo en lo posible para nuestro cliente y guiarlo en cada etapa”, explica Burt Battel, gerente de Actemium en Bélgica. El núcleo de este proyecto llevado a cabo en 2020 en Renaix, Bélgica, era la automatización y la digitalización.

La antigua fábrica la producción se basaba en gran medida en procesos manuales, una fuente de estrés, particularmente para los equipos encargados de controlar la cocción de diferentes elaboraciones. Con la nueva instalación, unas pantallas de control personalizadas permiten automatizar las tareas complejas, dejando a los operadores libertad para ajustar los parámetros en función de las diferentes frutas utilizadas, para obtener así la receta perfecta.

“Optimizar la productividad, pero también el bienestar de los equipos”

Esta flexibilidad no solo garantiza la calidad de los productos terminados, sino que también reduce la fatiga y los errores humanos, con lo que ofrece un mejor entorno de trabajo a los equipos in situ.

La manipulación de mermeladas y frutas confitadas hirviendo también requería sistemas de seguridad eficientes. Actemium instaló un autómata de seguridad (Programmable Logic Controller) y sistemas de detección sobre panel giratorio, que ofrecen un entorno de trabajo más seguro para los empleados. “Nuestro objetivo era optimizar no solo la productividad, sino también el bienestar de los equipos”, añade Burt Battel.

Adaptación constante

Actemium tuvo que hacer frente a un importante desafío técnico, pues el proyecto se desarrolló en un contexto industrial tenso, en plena pandemia de COVID-19, marcado por una crisis de abastecimiento de piezas. La escasez de componentes impuso una adaptación constante, que obligaba a la empresa a replantear determinadas decisiones técnicas para garantizar la entrega en los plazos previstos. No se podía producir ninguna interrupción en la producción, pues era imperativo respetar el calendario previsto.

Gracias a su capacidad de reacción y a su red de colaboradores, la empresa pudo asegurar los aprovisionamientos y evitar retrasos importantes. Lo fundamental era la coordinación entre diferentes grupos de profesionales (tuberías de procesos, electricidad y automatización), que siempre exige una gestión y planificación rigurosas que permitan asegurar una entrada en servicio sin contratiempos.

“La instalación de una nueva planta, de una nueva línea de producción, es uno de esos proyectos que solo se ven una vez al año. Gestionar eficazmente la intervención de las diferentes especialidades es siempre un reto, pero esa es nuestra actividad principal, así que todo se desarrolló muy bien”, detalla Burt Battel.

La transformación de la planta de Aldia es un proyecto complejo en el que el industrial pudo beneficiarse del enfoque orientado a soluciones de Actemium Bélgica frente a los constantes ajustes y a un presupuesto cambiante. Pero la colaboración no se detiene aquí: aunque la fábrica de Renaix ya esté operativa, la marca de VINCI Energies especializada en industria sigue guiando a Aldia en la optimización y adaptación de sistemas.

15/12/2025