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Para los empresarios y profesionales del sector inmobiliario, los nuevos usos laborales relacionados con la movilidad y el desarrollo de la tecnología digital comportan una reducción de superficies y la “colectivización” de los espacios.

Aunque en Francia aún no es tan habitual como en otros países europeos, sobre todo los escandinavos, lo cierto es que el teletrabajo se está expandiendo muy rápidamente. Y no solo en grandes empresas del sector privado y de las nuevas tecnologías.

Si bien se sigue desarrollando principalmente en casa, el aumento del teletrabajo contribuye a la proliferación de los terceros espacios. En el informe remitido al Gobierno el 19 de septiembre de 2018, la misión “Coworking:  territorios, trabajo, digital” cifraba en unos 1.800 los nuevos espacios en el conjunto del territorio.

“El teletrabajo comporta algunos riesgos claramente identificados. El diseño de las oficinas debe compensar e incluso prevenir estos riesgos”

Los costes inmobiliarios constituyen la segunda partida de gastos más elevada para las empresas. Frente a los altos precios de compra y alquiler, el teletrabajo surge como una oportunidad para reducir las superficies necesarias.

Para los constructores, propietarios, fabricantes de equipos y administradores, se trata de incorporar esta tendencia a la reducción del número de metros cuadros, pero también de replantearse la función de los espacios terciarios para responder simultáneamente a los nuevos imperativos laborales y de sostenibilidad medioambiental.

“El teletrabajo comporta algunos riesgos claramente identificados por la sociología: aislamiento social, debilitación de la dinámica colectiva, desmotivación de los trabajadores… El diseño de las oficinas debe compensar e incluso prevenir estos riesgos”, señala Pierre Gales, director de VINCI Energies para la actividad Building Solutions en Île-de-France. Se acabaron pues los espacios abiertos y sus efectos sobre la comodidad en el teletrabajo, las relaciones personales o el espíritu de equipo.

Nuevas funciones para la “oficina”

La maximización de la ocupación pasará por lo tanto por una sobrerrepresentación de los espacios dedicados a los usos colectivos o colaborativos. Las tareas individuales serán prioritarias en el marco de los tiempos de teletrabajo.

Así, la “oficina” se convertirá en un lugar privilegiado de encuentro y colaboración, de reuniones formales e intercambios informales, de momentos de distensión. En el centro de esta futura revolución estarán los datos, su tratamiento, su análisis, su comprensión y su transformación en tiempo real.

“Responder de forma coherente a los retos de la transición energética, la transformación digital y el cambio en los usos laborales implica estar en condiciones de construir una task force integrada”, señala Pierre Gales. Es precisamente lo que hizo VINCI Energies en 2017 con la creación de Qivi, una oferta global de renovación energética y de rehabilitación de los edificios.

“VINCI Energies domina perfectamente los mecanismos impulsores de la renovación y rehabilitación, en especial en el aspecto técnico (corrientes fuertes y débiles, calefacción, ventilación, climatización, extracción de humos, fontanería). Mediante operaciones de crecimiento externo, también hemos añadido las especialidades del sector de la edificación  y la gestión del cambio”, puntualiza Pierre Gales.

16/01/2020