Ir directamente al contenido de la página Ir a la navegación principal ir a investigar

Actemium ha instalado en Gabón una estación MCLS, infraestructura modular y sistema clave para conectar los cables submarinos a Internet y favorecer el desarrollo digital en África.

En octubre de 2024, Actemium concluyó en Gabón la instalación de una nueva estación de aterrizaje de cable modular (modular cable landing station, MCLS) cerca de la llegada de un cable submarino de fibra óptica. Este proyecto marca una etapa clave en una serie de proyectos llevados a cabo por la marca de industria de VINCI Energies dentro del programa 2Africa, con el que se pretende dotar al continente africano de un cable submarino de 45.000 km, el más largo del mundo.

“Desde 2020, hemos instalado seis MCLS en el continente: en Kenia, Tanzania, Costa de Marfil, República del Congo, Congo-Brazzaville, y ahora en Gabón”, detalla Efflam Moysan, responsable de proyectos en Actemium Le Mans Energies & Process. Desde el año 2018, esta empresa ha desplegado una veintena de estas estaciones en el mundo.

Agilidad y flexibilidad

¿Qué es exactamente una estación MCLS? Se trata de un edificio modular de acero y hormigón, diseñado para durar más de cincuenta años, que permite conectar un cable submarino de fibra óptica a la red de Internet terrestre.

Esta infraestructura garantiza un punto de aterrizaje fiable para Internet, en especial en zonas remotas o con fuertes limitaciones. Asegura la conexión, procesa los datos y los orienta hacia las infraestructuras locales, y a la vez suministra al cable submarino.

“La MCLS ofrece más agilidad y flexibilidad que una estación clásica (CLS), sin perder competitividad en términos de costes”, destaca Efflam Moysan.

Las MCLS, diseñadas y montadas en Francia en un entorno controlado por personal experimentado, permiten dar una respuesta rápida a las necesidades técnicas específicas de un proyecto. Por su carácter modular, se adaptan a las limitaciones locales, ya sean técnicas (necesidades de potencia), geográficas o topográficas (accesibilidad), administrativas (plazo de obtención de permisos), de seguridad (blindaje antibalas), estéticas o climáticas, independientemente del tamaño solicitado.

“Más agilidad y flexibilidad que una estación clásica, sin perder competitividad en términos de coste

Y es que las estaciones de aterrizaje son cada vez más grandes, y prueba de ello es la última que se ha construido en los Estados Unidos, que alcanza los 210 m2 (2.260,42 pies cuadrados).

En lo que respecta a la flexibilidad, en Gabón la estación se ha construido incluso antes de obtener el permiso de construcción. Eso explica que entre en servicio en menos de dos meses, frente a los más de seis que requiere una CLS tradicional.

Resiliencia digital

Por su robustez, las MCLS resisten las catástrofes naturales, las amenazas para la seguridad y las averías del sistema. Están dotadas de servicios críticos: enfriamiento, suministro de emergencia, detección de incendios, videovigilancia, control de acceso, etc. Algunas ya han demostrado su eficacia en condiciones extremas, como ocurrió con el paso del supertifón Yutu en el Pacífico, en 2018.

Las MCLS se inscriben en una arquitectura de red en pleno proceso de cambio, e incorporan tecnologías como las líneas ópticas coherentes 100G, las redes malladas inteligentes o la conmutación por paquetes. Estas estaciones pueden albergar equipos de terminación de línea submarina (SLTE) y sistemas híbridos con centros de datos para garantizar una conectividad de extremo a extremo, especialmente en los mercados emergentes.

“La MCLS es una solución sostenible y estratégica, fundamental para el desarrollo de Internet de alta velocidad y de la infraestructura digital de los países”, subraya Efflam Moysan, que insiste en la experiencia como integrador de VINCI Energies, esencial para el éxito de este tipo de proyectos.

15/10/2025