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La geotermia permite reducir la huella medioambiental de los edificios terciarios. En Bélgica, Cegelec ha llevado a cabo varios proyectos en este ámbito, entre los que se encuentra la sede regional del operador de las redes de gas y electricidad de Valonia. Por otro lado, en Francia, al oeste de París, tres edificios históricos del parque de Bagatelle se han visto beneficiados por un ambicioso proyecto de transición energética.

La geotermia, que utiliza la energía térmica presente bajo la superficie terrestre, es una solución de calefacción y aire acondicionado que permite disminuir la huella medioambiental de los edificios terciarios. Una de las ventajas de esta fuente de energía local y renovable es que reduce el consumo de energía fósil, y por tanto las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que aumenta la eficiencia energética y disminuye la contaminación térmica. La construcción en Gosselies (Bélgica) de la nueva sede regional de ORES, el operador de las redes de gas y electricidad de Valonia, es un claro ejemplo de la aplicación de la geotermia en los edificios terciarios.

“El proyecto, que se llevó a cabo entre 2019 y 2021, requirió la perforación y la instalación de 30 pozos geotérmicos de circuito cerrado con una longitud total de 4.500 m de tubos, así como la instalación de un colector de ida y retorno equipado con válvulas que permiten la conexión de las sondas instaladas en estos pozos”, explica Benoît Gouverneur, Business Development Manager en VINCI Energies Building Solutions. “En invierno, la energía geotérmica alimenta una bomba de calor de 180 kW, y en verano, un intercambiador de free cooling de 420 kW”.

El principal reto de esta obra gestionada por Cegelec fue la coordinación espacial entre la perforación de los pozos (incluido el tratamiento de las tierras extraídas) y las obras viarias y en las redes de servicios públicos.

Círculo virtuoso

“La instalación geotérmica de la sede de ORES permite obtener un COP de entre 4 y 4,5*”, señala Benoît Gouverneur. “En verano el sistema se utiliza para refrigerar el edificio y, en este caso en concreto, de forma directa, sin bomba de calor. Para garantizar la durabilidad de la instalación a largo plazo, hay que cargar el suelo de energía en verano y descargarlo en invierno gracias al agua glicolada que circula por las tuberías e intercambia sus calorías, calientes o frías, con la tierra, en función de la estación. Este ciclo es crucial para mantener la eficiencia del sistema”.

Para garantizar la durabilidad de la instalación a largo plazo, hay que cargar el suelo de energía en verano y descargarlo en invierno

Cegelec también cuenta con otros proyectos geotérmicos en su haber, como el que llevó a cabo en 2020 en el marco de la rehabilitación del centro comercial Westland en Anderlecht, cerca de Bruselas, que incluyó la realización de 190 perforaciones a una profundidad de 78 m, generando una potencia de 700 kW en verano y de 620 kW en invierno. O, también en Bruselas, el proyecto que realizó en el distrito europeo, donde el complejo de oficinas Commerce 46 sustituyó las energías fósiles por la geotermia. La instalación de los sistemas de climatización y el control energético de este enorme complejo se confiaron a Cegelec HVAC Commercial South.

Menos GEI en Bagatelle

Otro ejemplo de la aplicación de la geotermia en edificios terciarios es el de tres edificios históricos del parque de Bagatelle, al oeste de París, que gracias al uso de esta tecnología verán reducidas sus emisiones de CO₂ en un 90%. Se trata del castillo de Bagatelle, de la villa Windsor y de la villa Amélia, situados en el bosque de Boulogne, que se han visto beneficiados por un ambicioso proyecto de transición energética a cargo de la Fondation Mansart.

Estos edificios históricos, que antes se calentaban con fuel, contarán a partir de ahora con modernos sistemas de geotermia, diseñados e instalados por la empresa Valentin (VINCI Energies Building Solutions). Esta iniciativa forma parte de un mecenazgo de competencias financiado por el Grupo.

“Sustituimos los viejos sistemas, que generaban CO₂, por unA solución que permite calefacción y refrigeración, con una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero”, explica Pascal Claisse, gerente de Valentin. Era algo necesario, ya que estos edificios pronto acogerán exposiciones y eventos que requieren un confort térmico durante todo el año.

Conjugar patrimonio y sostenibilidad

Ahora cada edificio cuenta con una bomba de calor de 156 kW, alimentada por sondas geotérmicas inclinadas, integrada en el inmueble sin modificaciones visibles. El reto consistió en adaptar estas instalaciones técnicas a espacios reducidos, preservando la integridad arquitectónica.

“Tuvimos que desmontar y volver a montar por completo algunas bombas de calor, o incluso fragmentar los acumuladores intermedios en varios elementos para que pudieran pasar por los estrechos accesos. De este modo, pudimos ofrecer una solución global, discreta y respetuosa con el patrimonio”, destaca Pascal Claisse. Las obras, que se iniciaron en mayo de 2024 y se entregaron en julio de 2025, ilustran el diálogo entre innovación técnica y preservación del patrimonio.

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El coeficiente de rendimiento (COP) corresponde a la relación entre la cantidad de calor producida por la bomba de calor y la cantidad de energía consumida para producir este calor. Un COP de 4 significa que por cada kWh de energía consumida, la bomba de calor puede producir 4 kWh de energía.

29/09/2025