Fanny Bardé, finalista del Premio Europeo a las Mujeres Innovadoras 2025, otorgado recientemente, aspira a revolucionar las baterías eléctricas. Su start-up SOLiTHOR, fruto de la investigación y el emprendimiento, apuesta por una tecnología basada en un electrolito sólido que busca mejorar la seguridad y el desempeño para dar respuesta a los desafíos de la movilidad del futuro.

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SOLiTHOR por los términos sólido, litio y Thor, dios del trueno. Un acrónimo que resume el objetivo de esta start-up creada en 2021 por Fanny Bardé junto a su socio Huw Hampton-Jones: desarrollar la batería del futuro. “Una batería a partir de un electrolito sólido, formada por un material compuesto híbrido, capaz de solucionar los problemas de seguridad y mejorar el desempeño de las baterías”, explica Fanny Bardé, doctora en Ciencia de los Materiales por la Universidad de Picardía Julio Verne. “En comparación con las baterías convencionales disponibles actualmente en el mercado, estas son más ligeras, ocupan menos espacio y ofrecen mayor seguridad, especialmente en relación con el riesgo de incendio. Además, más allá del sector automovilístico, abren el campo de posibilidades en términos de movilidad marítima, aérea e incluso espacial, con ventajas reales en materia de descarbonización”.
Para la Chief Technology Officer (CTO) de SOLiTHOR, este ambicioso proyecto nació en el Instituto de Microelectrónica y Componentes (Imec), en Lovaina, Bélgica. Pero muchos años antes, dos encuentros decisivos la llevaron a dedicarse por completo al estudio, la investigación y el desarrollo de baterías eléctricas.
Por aquel entonces, era una joven estudiante de química en la Universidad de Picardía Julio Verne, en Amiens (Somme), en el norte de Francia. “Ya de pequeña me intrigaba la naturaleza, por lo que me decanté de manera natural por la química. En la Universidad de Amiens, tuve la suerte de conocer a un profesor excepcional, Jean-Marie Tarascon, que ahora da clases en el Collège de France, quien acababa de reincorporarse tras una experiencia en la industria del almacenamiento de energía en Estados Unidos. Trabajé en el tema de las baterías en su laboratorio y fue mi director de tesis durante tres años”, explica Fanny Bardé. “Entré de lleno en la investigación aplicada, lo cual encajaba a la perfección conmigo, ya que siempre había querido que mi trabajo tuviera un impacto en la vida diaria”.
Del mundo académico a la industria
Su segunda mentora fue Maria Rosa Palacín Peiró, una especialista en química del estado sólido y electroquímica aplicadas a la tecnología de las baterías y profesora del Instituto de Ciencia de Materiales (ICMAB) de Barcelona (España), donde Fanny Bardé realizó parte de su doctorado, que también desarrolló en Amiens, Grenoble y Eslovenia, durante los primeros años 2000.
“En un mundo que está cambiando a una velocidad vertiginosa, no perder de vista los objetivos y mantener un buen equilibrio entre corto y largo plazo”
“Maria Rosa Palacín Peiró fue todo un ejemplo para mí, ya que me mostró que era posible ser una investigadora de alto nivel siendo mujer”, señala Fanny Bardé. Finalista del Premio Europeo a las Mujeres Innovadoras 2025, otorgado recientemente, la científica, que dirige un equipo de I+D compuesto por casi un 40% de mujeres, se implica a su vez para ceder el testigo a jóvenes investigadoras compartiendo su experiencia en universidades.
De hecho, la trayectoria profesional de esta políglota, que habla francés, inglés, flamenco y español, con razón inspira vocaciones. Como parte de su contrato posdoctoral, Fanny Bardé trabajó en Estados Unidos para el centro de investigación de Duracell en Needham, en el estado de Massachusetts, concretamente en el desarrollo de nuevos materiales para las baterías de los audífonos. Fue allí donde presentó su primera patente. “Aprendí mucho sobre la transferencia de tecnologías del mundo académico al sector industrial”.
Poco después, en 2004, firmó su primer contrato indefinido con Toyota. “Por aquel entonces, era uno de los escasos fabricantes que desarrollaba vehículos eléctricos, con el Prius. Mi perfil, muy específico, encajaba perfectamente con lo que estaban buscando”. Fue así como se incorporó al departamento de I+D de la sede europea de Toyota, en Bruselas, donde fue ascendiendo a lo largo de quince años y pasó de ocupar el puesto de ingeniera al de Technical Manager. “Trabajé con todos los grandes especialistas en baterías del mundo. Pero también descubrí el mundo de la producción industrial y sus retos relacionados con la escalabilidad, el control de calidad y la estandarización. Esta experiencia me permitió estar en contacto directo con el usuario final y sus expectativas”.
Mantenerse ágil para poder anticiparse
Sin embargo, en 2019 Fanny Bardé quiso explorar este estrecho vínculo entre investigación e industria desde otro ángulo, el del Imec, especialista en transferencia de tecnología y su aplicación industrial. Así, durante tres años desarrolló en Lovaina (Bélgica) un programa de baterías sólidas a través de un consorcio formado por una docena de socios que contaba con el apoyo de la Unión Europea. “Luego tuve la oportunidad de crear un spin-off en el marco de la incubadora del Imec con el lanzamiento de SOLiTHOR junto a mi socio, antiguo director general de una empresa de baterías en Gran Bretaña, que me enseñó mucho sobre emprendimiento”, añade.
Desde que su start-up entró en funcionamiento en septiembre de 2021, el equipo, que en estos momentos cuenta con 34 personas y tiene su sede en Saint-Trond, en el norte de Lieja (Bélgica), ha realizado enormes avances y está preparando su segunda recaudación de fondos. “En un plazo de entre tres y cinco años, deberíamos poder implementar nuestras primeras aplicaciones industriales, probablemente para drones o robots”, estima Fanny Bardé, que sin embargo no tiene ninguna intención de lanzarse a la creación de una gigafábrica: “nuestro modelo de negocio se basará en el licensing”.
Para Fanny Bardé la clave sigue estando en la agilidad. “En un mundo que está cambiando a una velocidad vertiginosa, hay que saber anticiparse y tener la capacidad de gestionar nuevas situaciones sin perder de vista los objetivos y manteniendo un buen equilibrio entre corto y largo plazo”, señala. Para esta corredora de medio maratón, la constancia y la perseverancia no son palabras vacías de significado.
15/07/2025