En Omexom, en Biberach (Alemania), Martin Sauter dirige complejas obras de infraestructuras subterráneas con método, pragmatismo y un arraigado espíritu de equipo.
Cuando le preguntan qué es lo que le motiva a diario, Martin Sauter responde sin dudar: “Cada día trae consigo su cuota de retos e imprevistos, y es precisamente eso lo que hace que mi trabajo sea tan apasionante”. Como responsable de proyectos en la construcción de cableado subterráneo para Omexom Alemania, Martin coordina la totalidad de los proyectos: desde la elaboración del presupuesto hasta el cierre administrativo, pasando por la planificación, la coordinación de los equipos, los suministros y el control presupuestario.
Pero su función va mucho más allá de la tradicional gestión de proyectos. A sus 27 años, Martin Sauter es un director de orquesta comprometido, presente tanto sobre el terreno como en la oficina. “No me imagino quedándome en una torre de marfil. Si falta un compañero, puedo agarrar la escoba, conducir un camión o manejar una excavadora. Son estos momentos de solidaridad los que crean verdadera cohesión”.
De la ingeniería mecánica a la gestión de obras
Sin embargo, la trayectoria profesional de Martin Sauter empezó en un mundo totalmente distinto. Apasionado de la tecnología, inicialmente eligió estudiar ingeniería mecánica, con especial predilección por la ingeniería automovilística. “Siempre me han fascinado los procesos técnicos y sus interacciones. Al principio, quería ser ingeniero de diseño”.
Pero muy pronto sintió la necesidad de alejarse de la oficina para dedicarse a tareas más prácticas. “Quería trabajar sobre el terreno, entender cómo funcionan las cosas en la vida real”. En 2019, tras finalizar sus estudios, se orientó hacia los proyectos de construcción y se incorporó a la empresa Max Wild, especializada en los trabajos de demolición, movimientos de tierra y cableado. Descubrió la realidad de la gestión de proyectos, desde la gestión de los recursos humanos hasta la coordinación técnica. Una experiencia que selló su vocación.
Un proyecto XXL al servicio de la transición energética
Al cabo de un año y medio, el joven ingeniero se incorporó a Omexom en Biberach, al sur de Alemania, atraído por los proyectos estructurantes, el espíritu de equipo y las perspectivas de desarrollo. En la empresa encontró el equilibrio entre autonomía, diversidad de tareas y compromiso a largo plazo. Actualmente está dirigiendo el mayor proyecto de su carrera, con un valor de casi 2 millones de euros, para Netze BW. “El proyecto, que incluye la instalación de casi 8 km de fibra óptica y líneas eléctricas, requiere una rigurosas coordinación entre las distintas profesiones del sector y el cumplimiento de los plazos y de las especificaciones de calidad, sobre todo en lo que respecta a la instalación paralela de las infraestructuras eléctricas y de fibra óptica”.
“Cada día trae consigo su cuota de retos e imprevistos, y es precisamente eso lo que hace que mi trabajo sea tan apasionante.”
Más allá del desempeño técnico, Martin destaca la importancia del impacto social de dichos proyectos. “Estamos ayudando a modernizar las redes eléctricas, un factor clave para la transición energética. Nuestro trabajo también apoya a las energías renovables y garantiza la seguridad del suministro. Todo eso da sentido a lo que hacemos”.
Proximidad y responsabilidad
En su equipo, Martin Sauter apuesta por la escucha, la confianza y el desarrollo de las competencias. “Intento delegar, implicar a todo el mundo y proporcionar feedback. El diálogo abierto es esencial para el desarrollo de los trabajadores y para la creación de una dinámica positiva”. De los cinco valores de VINCI Energies, la responsabilidad es el que mejor lo representa. “Soy responsable no solo de la correcta ejecución de los proyectos, sino también de la seguridad de mis equipos. Es un compromiso que me tomo muy en serio”.
La cultura de VINCI Energies también le permite formarse continuamente. Así, gracias a una amplia oferta de cursos y a una estructura que promueve la autonomía, puede ampliar sus competencias y avanzar hacia proyectos más ambiciosos.
Bombero voluntario y apasionado del modelismo
Fuera de su horario laboral, Martin es bombero voluntario, un compromiso cívico en sintonía con sus responsabilidades profesionales. “Esto refuerza mi sentido de comunidad, mi capacidad para mantener la cabeza fría en situaciones de crisis, y mi capacidad de reacción. Son cualidades que me sirven a diario”. El resto del tiempo, disfruta construyendo maquetas —una afición que combina rigor técnico y paciencia— o se relaja yendo en bici o en las pistas de snowboard. “Estos momentos me permiten desconectar, recuperar la energía y volver con una perspectiva renovada”.
Un futuro abierto pero comprometido
Si se proyecta en los próximos cinco-diez años, se imagina fiel a sus valores: “Me gustaría seguir aprendiendo, asumiendo nuevas responsabilidades y contribuyendo a que la empresa se desarrolle conmigo”. Martin considera que la innovación suele nacer sobre el terreno, lo más cerca posible de la realidad de la obra y de las interacciones humanas.
¿Su mejor recuerdo? Un gran momento en una situación particularmente difícil de gestionar en una obra de la carretera de Waldburg, después de que faltaran varias personas de su equipo. “Decidí ir directamente a la obra para coordinar al personal que quedaba, asumir las tareas operativas y garantizar la comunicación entre las partes implicadas. Ese día trabajamos realmente codo con codo y pudimos cumplir con la fecha prevista de entrada en funcionamiento. Son estos momentos los que unen a un equipo y hacen que los proyectos avancen”.
28/08/2025