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La inteligencia artificial, ya muy presente en el diagnóstico y la investigación de nuevas terapias, está también llamada a convertirse en un elemento central de la reflexión sobre el sistema de salud.

La salud es, quizás, el ámbito en el que la inteligencia artificial genera más expectativas, pero, a la vez, suscita mayores temores. La publicación, en marzo del 2018, del informe del matemático y diputado del Parlamento Francés Cédric Villani arrojó luz sobre los retos, los potenciales, las condiciones y los límites del uso de los algoritmos en todo el ecosistema de la salud, desde la investigación hasta la seguridad de los datos, pasando por la industria farmacéutica y la organización de las estructuras de atención sanitaria (hospitales, clínicas, centros geriátricos o consultorios)

Se anima a los hospitales universitarios a convertirse en centros de experimentación en condiciones reales de las nuevas tecnologías algorítmicas

En la actualidad, son tres los principales ámbitos de aplicación de la IA: diagnóstico (en particular, técnicas de imagen médica, genómica y medicina predictiva); terapias (biotecnología, prótesis y robots), y gestión de los sistemas sanitarios a largo plazo.

Es evidente que el hospital constituye una pieza central en la reflexión sobre la experimentación en torno a la inteligencia artificial. En Francia, se anima en particular a los hospitales universitarios a convertirse en centros de experimentación en condiciones reales de las nuevas tecnologías algorítmicas. Sus gigantescas bases de conocimientos servirán, además, para alimentar un gran hub de datos de investigación, que, a la larga, sustituirá al Sistema Nacional de Datos de Salud francés (SNDS).

¿Cuáles serán las consecuencias para las 241 profesiones hospitalarias?

Se habla cada vez más de la IA como uno de los criterios que rigen la reflexión sobre la renovación de los hospitales en Francia. Analizando a largo plazo y dentro de un mismo centro los datos relativos a una importante cohorte de pacientes (tiempo de estancia, patología, actos médicos…), se obtendrá orientación, por ejemplo, sobre los procesos y la organización del trabajo, lo que permitirá reducir los tiempos de espera, prever las necesidades de camas y mejorar el rendimiento global del servicio y del ecosistema de salud, tanto en el hospital como en los diferentes centros de atención primaria y consultas, así como en el domicilio de los pacientes.

En septiembre del 2018, la Federación Hospitalaria de Francia, que reúne los hospitales públicos del país, lanzó un estudio de dos años de duración para evaluar el impacto de los algoritmos sobre las 241 profesiones hospitalarias y las 3.000 tareas asociadas identificadas.

Un sector muy expuesto a los ciberataques

Pero el desarrollo de la IA en el sector de la salud también suscita muchas inquietudes en lo relativo a la seguridad de los datos. Según un informe de la empresa McAfee de diciembre de 2017, el sector de la salud había sido el segundo más afectado por los ciberataques en ese año. Otro estudio incluso arroja una cifra media de 32.000 ataques por cada empresa del sector sanitario en el 2017.

En el ámbito de la salud, seguramente más que en ningún otro, la cooperación cada vez mayor entre todos los participantes, la multiplicación de los flujos de datos relacionados con la IA y el crecimiento exponencial de la multinube plantean retos colosales que deben abordarse de forma muy organizada desde las instancias políticas.