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La instalación de paneles solares en los campos y viñedos, o en los tejados de los establos, contribuye a la transición energética y al desempeño de las explotaciones agrícolas. Esta es la experiencia desarrollada en un pueblo del suroeste de Francia que ha contado con la participación de Omexom.

¿Las viejas disputas entre agricultores y promotores de energías renovables son cosa del pasado? En cualquier caso, cada vez son más los agricultores, viticultores y ganaderos que instalan paneles solares en sus terrenos. Según la Agencia del Medio Ambiente y del Control de la Energía de Francia (ADEME), como mínimo el 13% de la energía solar producida en Francia proviene del ámbito rural.

Actualmente, la mitad de la capacidad de las instalaciones solares francesas procede de los paneles fotovoltaicos desplegados en tejados, mientras que la otra mitad proviene de centrales solares, instaladas principalmente en entornos degradados (antiguas canteras, solares industriales), cuyo número es limitado.

Para los promotores de la energía solar, la búsqueda de terrenos disponibles es un verdadero quebradero de cabeza, sobre todo porque las autoridades se han fijado ambiciosos objetivos para el sector. La programación plurianual de la energía (PPE) prevé que en 2028 la capacidad fotovoltaica oscile entre 35 y 44 GW, lo que equivale a instalar 3.000 MW anuales. A razón de 1 MW por hectárea, supone encontrar unas 160.000 hectáreas disponibles en ocho años.

Por tanto, los espacios agrícolas parecen ser una de las vías más prometedoras para el desarrollo del sector, hasta el punto de haber dado lugar a un nuevo concepto: la energía agrovoltaica. Según algunos expertos, el uso de tan solo el 1% de la tierra cultivable en Europa permitiría la instalación de 700 GW suplementarios.

Energías renovables: la oportunidad de reconciliar a largo plazo el mundo de la agricultura y el de las energías sostenibles.

Riesgo de desviación de uso

Este planteamiento sigue suscitando críticas, ya que algunas organizaciones agrícolas temen una posible desviación de uso de las explotaciones. De hecho, existe el riesgo de que algunos agricultores cedan demasiado rápido a las ofertas de compra de las empresas y acepten proyectos que realmente no se adecúan a sus necesidades.

Para Yves Daguin, gerente de Omexom RE Solar (VINCI Energies), hay que tener en cuenta dos tipos de prácticas. “La primera tiene que ver con una ecuación relacionada principalmente con el terreno, que consiste en valorizar una superficie para desarrollar el parque fotovoltaico. La segunda, más “inteligente”, también aspira a aumentar el desempeño agrícola”.

Varias experiencias desarrolladas principalmente en entornos vitícolas han puesto de manifiesto la sinergia doblemente beneficiosa de la energía fotovoltaica: por un lado, para la compañía energética, que puede desarrollar sus instalaciones; por el otro, para el agricultor, cuyos viñedos obtienen un mayor rendimiento de calidad. “Mediante el uso de algoritmos de optimización que permiten controlar la orientación de los paneles elevados, podemos, por ejemplo, proteger las viñas de las inclemencias meteorológicas y regular la temperatura para favorecer su crecimiento y prevenir episodios de sobrecalentamiento. Estos proyectos todavía se encuentran en fase de prueba, pero la dinámica ya se ha puesto en marcha”, señala Yves Daguin.

30.000 paneles y… 160 ovejas

Omexom RE Solar ha instalado más de 30.000 paneles en 17 hectáreas del suroeste de Francia, concretamente en Bioule, una población rural de 1.150 habitantes en el departamento de Tarn y Garona, con el objetivo final de proporcionar una potencia de 13,45 MW.

Se trata de un proyecto particularmente respetuoso con el medio ambiente que incluye cuatro humedales en los que se identificó la fauna que había que proteger mediante estudios previos, así como un estanque dedicado a los anfibios. Un joven agricultor de Bioule se encarga de hacer pastar en el lugar un rebaño de 160 ovejas. El Ayuntamiento ha puesto a su disposición un redil y un cobertizo, construidos en la zona y financiados al 90% por la empresa Neoen, titular del proyecto.

En treinta años, a causa del crecimiento demográfico, la agricultura mundial deberá hacer frente a una demanda de producción dos veces mayor que la de finales del siglo XX-principios del siglo XXI. Al mismo tiempo, está previsto que el consumo bruto de electricidad se multiplique por dos entre 2020 y 2050. El desarrollo de las energías renovables, entre ellas la energía solar, se presenta como una oportunidad para reconciliar a largo plazo el mundo de la agricultura y el de las energías sostenibles.

16/06/2022