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Al centro de la transformación digital, con el auge de la nube y los datos, los sistemas TIC son los primeros artífices de soluciones modulares y a medida.

Infraestructuras, edificios, oficinas, smart city… Hoy en día, la modularidad es la respuesta más ágil y a menudo la más eficaz a los retos energéticos y organizativos. Pero esta flexibilidad, este sentido del “hecho a medida”, también se encuentra en un sector al que no se asocia de forma espontánea, si bien constituye el epicentro de su funcionamiento: los servicios TIC.

De la nube a la arquitectura de datos, los departamentos de informática y de sistemas de información de las empresas dominan el diseño y la implementación de soluciones flexibles y modulares.

Tanto si es privada como pública o híbrida, la nube ofrece agilidad, rendimiento y capacidad de respuesta. “Al fin y al cabo, el entorno de la nube es un recurso como el agua o la electricidad, que utilizamos en función de las necesidades. En este sentido, presenta una gran versatilidad”, asegura Hermann Dupré, Global Business Development Manager – Cloud & Datacenter en Axians, la marca experta de VINCI Energies en tecnologías de la información y la comunicación.

Esta flexibilidad es indispensable para cualquier empresa que busque, por ejemplo, adaptarse rápidamente a los cambios de su entorno comercial. “La nube pública, que ofrece una infraestructura prácticamente infinita, permite la rápida implementación de nuevos servicios a un coste inferior. Por otro lado, la nube privada ofrece la posibilidad de internalizar, por motivos de seguridad, algunas infraestructuras vinculadas a los datos más sensibles”, puntualiza Hermann Dupré.

Los puntos fuertes de la nube

Los puntos fuertes de la nube son, en primer lugar, de orden comercial. La capacidad de adaptar rápidamente sus servicios para responder a las demandas de los clientes representa una clara ventaja competitiva. La agilidad de la nube facilita el despliegue de nuevas soluciones. De este modo, las empresas pueden probar rápidamente sus ideas en el mercado, recabar opiniones y aportar las modificaciones necesarias para responder a la demanda de sus clientes.

“Por ejemplo, en el caso de un cliente de comercio electrónico especializado en la venta de utensilios de cocina, conectamos su nube privada a la nube pública para poder absorber el excedente de su actividad de temporada”, explica Hermann Dupré.

Por otro lado, la nube también ofrece ventajas financieras. Además del ahorro que representa el uso de la infraestructura y los recursos informáticos únicamente en función de las necesidades, también es posible reducir los costes gracias al ahorro de tiempo que el uso de la nube comporta. Axians instaló una nube híbrida dotada de herramientas de automatización para su cliente KPMG, lo que le permite reducir a una quinta o a una sexta parte el tiempo necesario para implementar un nuevo servicio.

Los sistemas TIC dominan en el diseño y la implementación de soluciones flexibles y modulares.

Pero estas no son las únicas ventajas de la nube. También contribuye a que las organizaciones sean más ágiles. Su flexibilidad mejora la productividad de los empleados de una empresa al facilitar en particular el teletrabajo.

También en el ámbito de actuación de VINCI Energies, “el proyecto Safe Place, desarrollado por Axians desde principios de 2000, agrupa todas las aplicaciones comerciales de VINCI Energies France en una nube híbrida conectada a Microsoft Azure, lo que permite agilizar los intercambios, a la vez que se respetan los estándares de seguridad del grupo”, explica Hermann Dupré.

El Global Business Development Manager – Cloud & Datacenter de Axians también hace referencia a las posibilidades que ofrece la virtualización de escritorio (Virtual Desktop Infrastructure) o DaaS (Desktop as a Service) que, a través de la nube, permite a los trabajadores que no disponen de un ordenador de trabajo utilizar un dispositivo conectado en red con la empresa con total seguridad. En resumen, la nube es un ejemplo perfecto de solución modular.

Hacia una arquitectura flexible de datos

Otro caso en el que la flexibilidad es clave en las TIC es el ahorro de datos, un elemento decisivo para la transformación digital. Cada vez son más los datos disponibles, almacenados en bases de datos tradicionales o plataformas de big data, aplicaciones de la nube o archivos internos, pero también en blogs o redes sociales.

La integración de estos múltiples silos de datos es difícil y compleja, pero actualmente todas las empresas y organizaciones son conscientes de la necesidad de gestionar y aprovechar al máximo este gran volumen de información. Han captado su potencial valor comercial, que puede ayudar a mejorar sus procesos comerciales y la toma de decisiones.

Por desgracia, los actuales sistemas informáticos no pueden hacer frente por más tiempo a semejante carga de trabajo. No han sido desarrollados para este uso intensivo de los datos, por lo que deben actualizarse, ampliarse y modificarse. Pero la revisión en profundidad de estos sistemas puede ser costosa y lenta. Y en un entorno competitivo, el tiempo a menudo es crucial, si no vital.

Las empresas necesitan disponer de una informática dotada de una arquitectura modular, adaptable y extensible. En otras palabas, fácil de modificar y ampliar.

“Estas arquitecturas evolutivas existen”, explica Alexander van Helm, Lead Architect en Axians Business Analytics. “Basadas en tecnologías como los data lakes, el modelado data vault, los microservicios, la nube, la virtualización de los datos o la data warehouse automation, estas arquitecturas adaptables pueden gestionar cargas de trabajo masivas y evolucionar en cualquier momento en función de las necesidades”.

Con una arquitectura de datos de fácil extracción y reemplazo, es más fácil adaptase a la evolución de la empresa. Según Alexander van Helm, las necesidades del sector financiero en este ámbito son numerosas.

17/12/2020