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La capital finlandesa ha sido la primera gran ciudad en apostar por el “mobility as a service”, un dispositivo que permite, desde una aplicación para smartphone, planificar el mejor itinerario multimodal y reducir así el uso del coche en la ciudad.

Ciudad portuaria y capital de Finlandia, Helsinki ha decidido replantear su política de transporte basándose principalmente en la tecnología digital. Su reciente “plan de movilidad” otorga un lugar destacado a la tecnología, pero la principal innovación de la ciudad se basa en la introducción a gran escala del concepto de “mobility as a service” (MaaS), un sistema de suscripción que ofrece a los ciudadanos un acceso al conjunto de los medios de transporte.

La movilidad concebida como un servicio: esta es la idea que subyace tras la iniciativa de integrar en una misma aplicación todos los medios de transporte, públicos y privados, para que los ciudadanos puedan planificar su itinerario multimodal ideal.

“No se trata de eliminar completamente los vehículos privados, sino de reducir el número de coches en circulación”

El objetivo final es que el automovilista se plantee la necesidad de usar el coche en la ciudad cuando puede recurrir a toda clase de alternativas: taxis, transportes públicos, uso compartido de motos y coches, alquiler de coches, bicis, etc.

Cambio en la política de transporte

La capital finlandesa, con una población de 640.000 habitantes (1,5 millones en el “Gran Helsinki”), tiene buenos motivos para querer reducir el número de vehículos privados. Es cierto que en el pasado la ciudad favoreció los trayectos en coche al desarrollar su red viaria con el fin de hacer frente a la falta de capacidad de las infraestructuras de transporte. Esta política ha tenido como resultado, además de la densificación del tráfico en la ciudad, efectos nocivos en la calidad del aire, que ya no cumple con la normativa europea.

Actualmente, la transformación de la red de transporte del área metropolitana forma parte de los planes adoptados por las autoridades para reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, mientras se persigue alcanzar la huella de carbono cero en 2050.

Dejando de lado el aspecto medioambiental, Helsinki debe anticiparse al aumento de la congestión ―si no se hace nada por remediarlo― vinculada al incremento de la población, que se espera que sea del 40% en los próximos 35 años.

Alternativa al coche

Para diseñar la transformación de su modelo de movilidad, la capital ha recurrido a una ingeniera de transportes, Sonja Heikkilä, que ha elaborado un plan basado en la noción de servicio que integra los distintos medios de transporte existentes con el fin de ofrecer al ciudadano una alternativa simple y eficiente al uso del vehículo privado.

En su opinión, no se trata de eliminar completamente los vehículos privados, sino de reducir el número de coches en circulación. Para lograr este objetivo, Helsinki apuesta por el MaaS, un enfoque que se basa en la alimentación de una interfaz común por parte de los operadores de transportes para ofrecer sus servicios a los usuarios.

Whim, la aplicación pionera

Para llevar a cabo su proyecto de transformación, Helsinki ha recurrido a la start-up Maas Global, especialista en la movilidad como servicio, que ha firmado varios acuerdos con los operadores de transportes y ha creado la aplicación Whim, con la que el usuario puede crear su propio trayecto multimodal. Así, la aplicación le propondrá, por ejemplo, tomar primero un autobús, después una bici y finalmente un taxi… El usuario puede pagar los diferentes viajes por separado o contratar una suscripción mensual.

Por 59,70 € al mes, la oferta básica incluye un uso ilimitado del transporte público y la bici, así como 10 euros de taxi. Por diez veces este precio, es decir, 499 euros al mes, Whim permite utilizar todos los tipos de transporte de forma ilimitada. El precio parece elevado, pero Sampo Hietanen, cofundador de MaaS Global, lo justifica de la siguiente manera: “Si calculas el precio que te cuesta el coche cada mes, te das cuenta rápidamente de que este servicio es más económico”.

Volvemos a la premisa en el proyecto de la capital finlandesade que los habitantes dejarán de lado el coche privado y utilizarán la gran cantidad de transportes que tienen a su disposición. La condición sine qua non para que este objetivo se materialice ―y el responsable de Whim es plenamente consciente de ello― es que la aplicación “garantice a los abonados que puedan disponer rápidamente de un vehículo tras haberlo solicitado”.

El coche sigue siendo un símbolo de libertad”, admite Sampo Hietanen. Sin embargo, la ingeniera de transportes Sonja Heikkilä destaca que la evolución de la mentalidad y el cambio generacional influyen y juegan a favor del MaaS: “En general, los jóvenes prefieren cada vez más disponer de varias opciones para desplazarse por la ciudad que invertir en la compra de un coche”.

¿Seguirá París los pasos de Helsinki?

Francia observa con atención el experimento finlandés de la movilidad como servicio. El MaaS forma parte de la Ley de Orientación de las Movilidades (LOM), adoptada en segunda lectura en la Asamblea Nacional de Francia en septiembre de 2019. Son varias las ciudades que ya se han comprometido en esta dirección, entre ellas Annemasse, Saint-Étienne, Dijon o incluso Mulhouse, que en asociación con Transdev (uno de los accionistas de Whim) ha puesto en marcha una cuenta de movilidad que incluye transportes públicos, parkings, bicicletas y el uso compartido del coche. Basándose en las pruebas llevadas a cabo en ciudades de tamaño medio, algún día París podría seguir los pasos de Helsinki y convencer a los parisinos de que renuncien a sus vehículos para adoptar la “Mobility as a Service”.
12/03/2020

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