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El cambio climático y los productos fitosanitarios están diezmando las colonias de abejas en todo el mundo. Una de las respuestas a este descenso alarmante para nuestros ecosistemas es una colmena “inteligente” que Axians y la start-up Label Abeille están probando en Nueva Caledonia.

La desaparición de las abejas es un fenómeno mundial conocido desde hace treinta años como “problema de colapso de colonias” (en inglés CCD, colony collapse disorder). El fenómeno es preocupante, ya que el futuro de nuestros ecosistemas depende en parte de las abejas. Sin ellas no hay polinización. Y sin polinización, no hay flores, frutas ni hortalizas.

«La idea es recopilar la mayor cantidad de datos posible a fin de poner a disposición de los apicultores los indicadores más relevantes»

Ingenieros y ecólogos están trabajando sin descanso para diseñar soluciones y dispositivos que permitan frenar este descenso. Pero ante factores tan determinantes como el cambio climático o el uso irracional de insecticidas, la tarea resulta titánica.

Estado de salud en tiempo real

Ante la falta de una respuesta global, están surgiendo microiniciativas a lo largo de todo el planeta que en algunos casos desencadenan procesos inesperados. En Nueva Caledonia, Axians ICT Nouméa, una empresa de VINCI Energies especializada en datos, está realizando una prueba con “colmenas conectadas” en colaboración con la start-up Label Abeille, ubicada en Loiret.

El experimento consiste en una caja inteligente que puede colocarse debajo de cualquier colmena y puede evaluar, a partir de varios sensores, algunos datos como la masa, la temperatura, la luminosidad, la orientación o la geolocalización de la colmena. Todos estos datos alimentan en tiempo real un “estado de salud” de las abejas, accesible desde una aplicación móvil.

Cualquier acción que requiera una intervención humana (planificación de la extracción de miel, enfriamiento de la colmena, eliminación de reservas de agua…) se comunica al apicultor mediante una alerta por SMS o correo electrónico para que pueda reaccionar rápidamente y anticiparse al colapso de la colonia. Label Abeille se encarga de la producción de la base conectada, mientras que Axians se ocupa de la recopilación y la valoración de los datos.

Maximizar la producción

Pero la iniciativa emprendida en Nueva Caledonia por VINCI Energies va más allá del suministro de la caja y el tratamiento de los datos generados por la colmena conectada.

También hemos patrocinado colmenas en las islas de Lifou y Koné y hemos formado a dos trabajadores in situ. La idea es recopilar la mayor cantidad de datos posible a fin de poner a disposición de los apicultores los indicadores más relevantes que permitan anticipar las acciones a realizar día a día y mejorar el entorno de los enjambres para, finalmente, maximizar la producción”, destaca Luc Winyfred, gerente de Axians ICT Nouméa.

¿Próximamente en Francia continental?

El objetivo de Axians a largo plazo es desplegar su oferta en Francia. “Todavía estamos en la fase de prueba de concepto (PoC), de apropiación de la solución. Antes de que podamos desplegarla en toda Nueva Caledonia y posteriormente lanzarla al mercado, tenemos que eliminar dos frenos exógenos”, subraya.

El primer obstáculo es la conectividad: el operador de telecomunicaciones de Nueva Caledonia debe finalizar la creación y puesta en marcha de la red 4G en todo el territorio ―lo que aún tardará varios meses― y lanzar, en 2022, su red LoRa.

El segundo freno es el precio de compra del dispositivo: el coste de adquisición de la caja conectada ronda los 1.000 euros (sin la tarifa de conexión a GSM o LoRa, más el coste del trasporte y los gastos de gestión de los datos). Una cantidad que puede desanimar a los apicultores amateurs. “Estamos buscando mecanismos de financiación para ayudar a los productores a adquirir el dispositivo”, puntualiza Luc Winyfred.

Colmenas rastreadas por GPS

Tanto en Nueva Caledonia como en el resto del mundo, el consumo de miel está experimentando un gran crecimiento. En pocos meses, el número de colmenas en Nueva Caledonia ha pasado de 5.000 a 9.000. “El territorio produce 127 toneladas de miel al año. Se trata de una producción básicamente artesanal, que no basta para satisfacer la demanda local, ya que cada año importamos tres toneladas de miel”, comenta el gerente.

Si el consumo se dispara, los precios también. Esta curva inflacionista se traduce en otro fenómeno: el robo de colmenas, también en auge. En estos casos, la base desarrollada por Label Abeille es también inestimable. “La caja está dotada de un GPS. Al más mínimo movimiento, la colmena es rastreada y el apicultor tiene acceso a su localización exacta”, explica Luc Winyfred. Un motivo adicional para promover la adopción de esta colmena conectada.

14/04/2022