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La reactivación de las dinámicas industriales pasa principalmente por la creación de puentes entre grandes empresas y start-ups “rupturistas”. En Francia, se ha creado un ecosistema colaborativo ad hoc impulsado por las autoridades estatales.

Uno de los motores de la estrategia de reactivación de la actividad industrial impulsada por el gobierno francés ha sido el acercamiento de dos ecosistemas que siguen estando muy alejados el uno del otro: el de las grandes empresas industriales y el de la innovación “rupturista” a manos de una nueva generación de start-ups: las deep tech (o start-ups de tecnología profunda), que según las estimaciones del gobierno son unas 500 en toda Francia.

El objetivo de las autoridades es responder a un triple desafío: atractivo del país, reindustrialización de sus territorios y descarbonización de su economía.

«El ecosistema que desde hace algunos años se ha creado en torno a las start-ups es propicio para los usos innovadores».

Pero no es tan sencillo. Sentar las bases de una gramática común para dos familias de empresas cuyos modelos de organización, funcionamiento y gobernanza son tan dispares es un auténtico reto.

Para hacer frente a este desafío, en 2019 el banco público de inversión Bpifrance lanzó su plan “Generación deep tech, que hasta el momento ha apoyado a unas 600 start-ups. Dado su éxito, el programa se ha prorrogado y su dotación se ha ampliado en 700 millones de euros para alcanzar los 2.000 millones en 2023.

Portal de interrelación

En línea con este plan, en 2021 Bpifrance ha firmado con France Industrie, una organización profesional integrada por 71 miembros de diferentes sectores industriales, un acuerdo con el fin de tender puentes entre grandes grupos industriales y start-ups deep tech. El punto culminante de esta iniciativa fue el lanzamiento, en abril de 2021, de la plataforma Tech in Fab, un portal de información y de interrelación entre las start-ups y las pymes y empresas industriales de tamaño medio.

“La transformación puede parecer compleja para los industriales, y un buen número de start-ups no disponen de las claves para penetrar en el biotopo de la industria”, señala Nicolas Dufourcq, director general de Bpifrance. “Para superar este desafío, tenemos que crear transversalidad e incitar a los actores a actuar colectivamente, promoviendo la colaboración al servicio del crecimiento”.

Tech in Fab ofrece acceso libre a contenidos pedagógicos y divulgativos sobre la innovación adaptados a los industriales, incluidos los menos experimentados, un directorio de proveedores de soluciones tecnológicas, así como ejemplos de colaboraciones de éxito. La plataforma permite a los actores de la tecnosfera actualizar sus datos y tener conocimiento de los concursos de proyectos publicados por las industrias.

El acuerdo entre Bpifrance y France Industrie también prevé “un memorando de colaboración”, elaborado junto con el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), cuyo objetivo será contextualizar y orientar las negociaciones entre las dos partes con el fin de contractualizar sus compromisos.

Demostradores preindustriales

El compromiso de los poderes públicos y de las grandes organizaciones profesionales solo puede acelerar el acercamiento entre empresas industriales y start-ups tecnológicas, pero la necesidad de establecer colaboraciones no es nueva.

En 2016, VINCI Energies puso en marcha FactoryLab, un consorcio industrial y académico con el fin de integrar soluciones tecnológicas en plazos muy reducidos para producir demostradores preindustriales que respondieran a las necesidades de sus miembros.

“Tenemos que pensar la innovación en términos de las necesidades del usuario y no en términos de tecnologías rupturistas. El IoT o la inteligencia artificial, por ejemplo, no son tecnologías tan nuevas. En cambio, el ecosistema que desde hace algunos años se ha creado en torno a las start-ups es propicio para los usos innovadores”, afirma Thomas Leseigneur, responsable de Innovación en VINCI Energies.

FactoryLab está formado por cuatro empresas industriales (Stellantis, Safran, Technip, Naval Group), varios actores académicos (CEA, Cetim, ENSAM), una veintena de proveedores de tecnologías y un integrador (Actemium, la marca experta de VINCI Energies en el sector industrial). En total, una trentena de actores que han accedido a poner en común necesidades industriales y competencias tecnológicas, en una lógica de open innovation para diseñar, realizar e industrializar proyectos en cuatro grandes categorías: fábrica digital flexible, control avanzado, asistencia física al operador y asistencia cognitiva al operador.

En seis años, el consorcio ha generado una trentena de proyectos, un tercio de los cuales se han implementado y comercializado a escala industrial.

 

20/01/2022